El presidente estadunidense Barack Obama reconoció que las relaciones de Washington con el mundo islámico están dañadas, pero instó a mirar más allá de la "sospecha y la desconfianza" para forjar una base común contra el terrorismo. El mandatario pronunció este miércoles su tercer discurso de gran alcance hacia el Islam en su visita a la Universidad de Indonesia, en el segundo día de su visita a este archipiélago, segunda escala de su gira por Asia.
Obama tuvo mensajes del mismo corte en su visita a Ankara, Turquía, el 7 de abril de 2009 y el 5 de junio del mismo año en El Cairo, Egipto.
Este miércoles recordó que en la capital egipcia llamó a "un nuevo comienzo entre Estados Unidos y los musulmanes de todo el mundo, con el fin de crear un camino para para ir más allá de nuestras diferencias"
"Dije entonces y repito ahora, que ningún discurso puede erradicar años de desconfianza", y añadio que "no importa lo que los contratiempos puedan hacer, Estados Unidos está comprometido con el progreso humano. Eso es lo que somos. Eso es lo que hemos hecho. Eso es lo que vamos a hacer".
Estados Unidos "no está, ni estará nunca, en guerra con el Islam", y "en cambio, todos nosotros debemos derrotar a Al Qaeda y a sus afiliados, que no tienen derecho a ser líderes de cualquier religión, desde luego no una tan grande como es el Islam", indicó también.
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http://noticias.aol.com/2010/11/10/obama-mundo-islamico-terrorismo/
Noticia subida por : Cristina
TAMARA PESTANA:
ResponderEliminarCreo que esta es una gran noticia. Durante los últimos años la política exterior estadounidense, a llegado a convencernos a todos de que cualquier persona del mundo islámico es terrorista, lo cual ha originado guerras interminables y conflictos que ya superan una generación tales como Afganistan, Pakistán, etc. Es hora de acercarnos al mundo islámico mediante el diálogo promover su desarrollo, ya que este es el único camino posible para buscar la paz, creo que está demostrado que ni la mayor potencia mundial en armamento como es Estados Unidos puede vencer armamentísticamente la fé de un pueblo en su dios.